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Las empresas de hoy están inmersas en ambientes altamente competitivos, por lo que se ven obligadas a utilizar la tecnología para mantenerse a la vanguardia. Con un panorama de marcado que cambia contantemente y a pasos agigantados, hace que las empresas deban ser ágiles y flexibles, al mismo tiempo que aumentan la productividad y eficiencia para sobrevivir y alcanzar el éxito.
Ser una empresa ágil ya no es opción, es una necesidad.
Probablemente, ya has intentado adoptar metodologías ágiles para resolver tus problemas y puede que no hayas logrado los resultados que esperabas. Si deseas transformar toda tu organización, tus equipos deben:
Poner el foco por debajo de estos parámetros te dejará atrapado en un circulo vicioso de frustración en el que tú y tu equipo intenten sacar adelante sin ver los resultados estratégicos esperados. Es tiempo de aumentar tus prácticas de Agilidad para obtener los resultados que esperas.
Esta evaluación es una guía de alto nivel, donde conocerás el diagnóstico de tu negocio y los pasos a seguir para evolucionar al siguiente nivel.
La Agilidad Empresarial — o una empresa utilizando metodologías ágiles— simplemente se refiere a una serie de procesos y principios que permiten que una empresa realice trabajo de forma predecible.
Las prácticas ágiles ayudan a proveer de transparencia a los líderes en relación con lo que su personal ejecuta en tiempo real.
Estas prácticas reúnen funciones dispares, dirigidas por el equipo de Agilidad Empresarial, con el objetivo de mejorar la productividad y la transparencia en toda la empresa.
Eso puede sonar complejo, pero es bastante simple cuando se desglosa.
Cambiar toda una cultura empresarial para ser ágil puede ser una tarea compleja, pero comenzarás a ver los resultados de manera inmediata.
A continuación te presentamos 10 beneficios clave para que las empresas sean testigos de lo que sucede cuando se aplican metodologías ágiles, permitiendo que los procesos escalen a lo largo de una unidad funcional, unidad de negocios o a la organización completa.
Sin metodologías ágiles tendrás una lista exhaustiva de pendientes que deben ser realizados. Siempre hay obstáculos y desafíos de comunicación en todo proyecto, que causan retrasos inevitables.
La agilidad te brinda las herramientas necesarias para:
En un ambiente en el que se apliquen metodologías ágiles de manera adecuada se tiene claridad de fechas clave/límite y predecibles para el trabajo. Es fácil ver qué queda por hacer y cuándo podrías estar listo para la entrega.
Cuando sabes cuánto trabajo se está realizando en un tiempo determinado, no es ninguna sorpresa que también puedas planear las horas y cantidad de personal que requieres para que tu equipo logre resultados.
Los procesos Scrum permiten que tu equipo entregue bloques de trabajo, de manera regular sobre una base predecible. Esto les permite fácilmente completar una serie de tareas y continuar con otra a medida que las necesidades y situaciones cambien. La mentalidad ágil ayuda a construir una cultura de mejora continua, que permite que las organizaciones alcancen cambios profundos de manera impecable.
Con stakeholders nos referimos a los clientes o promotores internos que “tienen su nombre en juego” al estar involucrados financiera y emocionalmente en los resultados. Cuando entregas el trabajo a tiempo y de manera transparente, ellos se entusiasman, estando más dispuestos a participar e involucrarse en lo que sea necesario.
Scrum es un framework basado en valores. El trabajo se prioriza basado en qué tareas tienen el mayor valor para los stakeholders y usuarios finales.
Este cambio de mentalidad es crucial para el éxito. En vez de tratar de averiguar qué tareas hacer primero en base a la complejidad o las limitaciones de tiempo, se anteponen las necesidades y deseos de los clientes y se equilibran con la capacidad de tu equipo. Como resultado, se concentrarán en el trabajo que obtenga la mayor satisfacción del cliente.
Bajo metodología ágil hay menos cosas que “podrían salir mal”, basándose en un equipo bien organizado, ya que todos saben cómo abordar posibles problemas antes de que ocurran.
En un ambiente Ágil las ediciones se pueden hacer de una de las siguientes maneras:
Con cada Sprint, continuarás desarrollando y aprendiendo cosas nuevas que podrían influir en tu próxima versión. Trabajar en Sprints mantiene al equipo enfocado en el trabajo actual para que entreguen resultados de manera rápida y eficiente. Este proceso ayuda a todos en el equipo a mantenerse enfocados de poder brindar valor con cada versión y evita interrupciones innecesarias que retrasan la entrega.
Al gestionar lotes de trabajo rápidamente, obtienes más funciones que puedes lanzar al mercado de manera más rápida. Esto significa que puedes lanzar rápidamente las soluciones que tus usuarios finales están solicitando. Esta es una gran ventaja competitiva para aplicaciones internas y externas.
Las organizaciones que verdaderamente desean escalar sus resultados, pueden combinar metodologías ágiles con DevOps y IC/DC para alcanzar resultados transformadores.
La metodología ágile se enfocan en la mejora de procesos al resaltar el cambio y acelerar la entrega. Remueve las barreras y permitir que los stakeholders colaboren con la aceleración de resultados.
DevOps trae consigo un cambio cultural diseñado para derribar barreras entre los equipos de Operaciones e Ingeniería, al capacitar a cada equipo en las habilidades del otro equipo. Destaca las herramientas y enfatiza la automatización
Esta cultura de capacitación cruzada ayuda a tu organización a evitar los impactos negativos de la sobreespecialización. Todos pueden apreciar y participar en las tareas de los demás. Se experimenta una comunicación más frecuente y una colaboración de alta calidad.
IC/DC es un proceso de Integración Continua y Despliegue Continuo. Se enfoca en resaltar roles y enfatizar la capacidad de respuesta. Los procesos de IC/DC de alto funcionamiento pueden facilitar directamente el desarrollo Agile al permitir que los lanzamientos lleguen a producción con más frecuencia y brinden a los clientes más oportunidades para proporcionar feedback.
Los frameworks de agilidad prosperan debido a la cultura de comunicación que crean. Las reuniones diarias, revisiones y planificación de los Sprints y procesos para comunicarse con las expectativas de los stakeholders se combinen para asegurar que tu equipo opera en sintonía, hacia la misma dirección y con un fin común.
Los desarrolladores ya no operan en silos. Reciben insumos constructivos de manera regular por parte de los usuarios finales.
Todos estos factores resultan en una experiencia general para el usuario mucho más refinada.
Exiten múltiples Frameworks que puedes elegir, enfocado en el que mejor se integre a las necesidades de tu empresa.
Uno de los frameworks prediseñados más populares para los equipos ágiles se llama Scrum. Permite que las personas aborden desafíos complejos y de cambios constantes al utilizar procesos ritualizados simples y cambios culturales. Estos procesos permiten un cambio cultural y de mentalidad, convirtiendo Scrum en una herramienta eficaz para implementar prácticas ágiles en tu empresa.
La idea central es maximizar el valor para el cliente y minimizando el desperdicio de recursos. Lean significa crear más valor para los clientes, utilizando menos recursos (personas, esfuerzo y energía de parte de toda la organización). Se basa en dos principios rectores: la mejora continua y el respeto por las personas.
La Entrega Ágil Disciplinada o DAD por sus siglas en inglés, es un enfoque de soluciones de TI híbrido, orientado al aprendizaje y enfocado a las personas. Tiene un ciclo de vida de entregas con proporción de riesgo y valor, orientado a objetivos, con consciencia empresarial y escalable.
LeSS es Scrum aplicado a muchos equipos que trabajan conjuntamente en un mismo producto. Se trata de descubrir cómo aplicar los principios, propósito y bases de Scrum en un contexto de gran escala, pero de la forma más simple posible.
SAFe® para Empresas Lean es una base de conocimientos de principios comprobados e integrados, prácticas y competencias para alcanzar la agilidad empresarial utilizando Lean, Agile y DevOps. Está construido sobre las siete competencias centrales de una empresa Lean:
Antes de determinar si los procesos, técnicas y principios de la metodología Agile son los mejores, las empresas primero deben hacer una introspección para tomar una decisión informada sobre la mejor metodología a utilizar. Una vez que se determina la metodología, se puede elegir el framework en función de las necesidades de la organización para un enfoque estructurado frente a uno adaptable, con el fin de construir tus propios procesos. Aquí hay una matriz útil para seleccionar el enfoque correcto:
Muchas empresas comenzarán con alguna versión de Scrum en la que van a explorar "el proceso de convertirse en una empresa ágil" y con el tiempo, comenzarán a adaptar el modelo tradicional en algo que se adecue a sus necesidades.
El framework Scrum es utilizado por más de 12 millones de personas alrededor del mundo tanto para equipos grandes como pequeños. Echemos un vistazo de alto nivel de lo que el framework Scrum es y cómo funciona.
Los Scrum Masters son responsables de liderar y entrenar a todo el equipo en procesos, teorías y rituales Scrum. En definitiva, son los responsables de construir y mantener la cultura ágil que debes tener para ser exitoso.
Los Product Owners son miembros del equipo que representan a los clientes y son expertos en el producto o en su función y cómo el cliente lo utiliza. Son voceros internos que promueven o impulsan el Product Backlog — o cartera de pedidos para el producto, que es una lista priorizada y cambiante de solicitudes que se desean o necesitan para el producto general.
Los Project Managers son miembros del equipo, agnósticos en la materia, que lideran la gestión multifuncional del proyecto.
Los Equipos de Desarrollo auto-organizables, son equipos no-jerárquicos que trabajan conjuntamente por sí solos, sin supervisión externa. Son capaces de planificar y tomar sus propias decisiones dentro del equipo.
Antes que un Sprint inicie, el equipo se reúne para una sesión de planificación del Sprint a fin de definir el trabajo que se realizará durante ese Sprint. Esas tareas se mueven al Sprint Backlog — una lista priorizada del trabajo que se ejecutará.
El equipo se reúne cada día, por 15 minutos en un ritual llamado el Scrum diario, que ayuda a mantener al foco, la organización y remover cualquier bloqueo que pueda desacelerar el progreso.
Al final de ese Sprint, el equipo Scrum y los stakeholders se reúnen para una sesión de revisión del trabajo ejecutado en dicho Sprint.
Finalmente, el equipo Scrum se reúne para un Sprint retrospectivo en el cual evalúan que tan bien o mal completaron el trabajo del Sprint anterior. Discuten sobre los aprendizajes que se pueden considerar para mejorar su desempeño en el siguiente Sprint.
Una cultura empresarial basada en agilidad tiene un impacto arrasador para todos los tipos de negocios y operaciones. Los stakeholders, desarrolladores, clientes y todos los miembros de la organización evidencian la diferencia a través del proceso y resultados, independiente de la industria y tipo de negocio.
Los roles tradicionales de la organización cambian. Los empleados que ocupan los roles en cuestión experimentarán cambios en sus funciones de trabajo y enfoque general. Los procesos en los que has confiado durante años también van a requerir de un ajuste — tales como tus procesos de entrega, comunicación y cambio.
Los Project Managers tendrán que hacer un giro fundamental en la forma en la que abordan sus funciones si quieren llegar a ser efectivos en un ambiente ágil.
Tradicionalmente, ellos tendrían que abordar el trabajo desde la perspectiva de cualquiera de las siguientes frases:
Se me contrato para realizar este proyecto, por lo que entregaré esta lista de resultados.
Se me contrató para dirigir este proyecto, así que llevaré a cabo este proyecto en particular.
Los Project Managers ágiles deben pensar en esto de una manera distinta.
La empresa está invirtiendo sus activos en este proyecto, por lo que me aseguraré de entregar el mayor valor y resultados que se están esperando.
Tu me has contratado para este programa, por lo tanto quiero asegurarme que se estén cumpliendo todas tus expectativas y obtengas el valor que necesitas de él.
El cambio de mentalidad es sutil, pero poderoso. Cuando se aborda la forma en cómo pensamos con respecto a nuestro trabajo, en términos de una lista de pendientes cósmica, siempre habrá ítems que tachar de esa lista.
Cuando se comienza a pensar sobre el proyecto en general y cuál es el impacto en tu negocio, se comienza a pensar fuera de la caja. Se empieza a considerar cómo las cosas pueden hacerse mejor, de una manera más inteligente y más rápida. Se comienza a poner el foco en cómo ese proyecto o programa podría ser más valioso. Ese es un cambio y transformación positiva para tu empresa.
Sin agilidad, la carga laboral se prioriza tradicionalmente dentro de cada departamento o proyecto individual. Este enfoque es táctico en vez de estratégico y suele dar como resultado sobre utilización de recursos y además no se cumplen con los plazos establecidos.
La metodología ágil te muestra el panorama completo para que visualices lo que necesitas. Puedes ver todo el trabajo que debes realizar en cada departamento y proyecto.
Eres capaz de ver no solo lo que se debe hacer, sino la importancia y el valor para la empresa. Tus equipos pueden priorizar el trabajo, basados en qué tendrá más impacto y enfocarse en completar esas tareas primero.
Muchas organizaciones tienen una cultura y mentalidad enfocada en tareas. Particularmente en los niveles individuales y de mandos medios la mayoría de los miembros de cada equipo identifican una lista limitada de lo que se debe hacer y luego pasan sus días tachando items de ese listado. Sin embargo, en una empresa ágil, la mentalidad es completamente distinta. Las personas que tienen una mentalidad ágil se enfocan en el resultado final que desean lograr y continuamente realizan pruebas y aprenden sobre distintas soluciones para lograr los resultados de la manera más eficiente.
Por lo general, una empresa ágil balancea los ciclos de aprendizaje, construcción y medición para lograr esto. El aprender involucra estudiar el problema, formar hipótesis e idear soluciones para lograr resultados.
El construir es crear y desarrollar dichas soluciones y probarlas tanto en pilotos como en el mercado. Se deben establecer métricas de éxito cuantificables y continuamente evaluarlas para comprender los resultados de cada una de las soluciones. Esta medición alimenta el aprendizaje continuo y el ciclo comienza nuevamente.
Por lo tanto, la cultura ágil va a elevar el pensamiento estratégico colectivo de una empresa, el entendimiento del mercado, la eficiencia y el enfoque en continuamente optimizarse para el éxito.
El cambio puede parecer desafiante. Generar el cambio en tu equipo para evolucionar hacia una empresa con metodologías ágiles como Scrum lo es aún más.
En Nisum, nuestros expertos pueden ayudarte. Hemos creado nuestro Framework para Empresas Ágiles de Nisum (NEAF por sus siglas en inglés, Nisum Enterprise Agile Framework) para ayudarte a instaurar una cultura ágil efectiva.
Nuestro enfoque NEAF provee una estructura de framework sobre un marco robusto, impulsado por la teoría. Es sostenible en el tiempo, con el fin de permitir que nuestros clientes puedan ser independientes en su proceso de transformación.
Para identificar las áreas de tu empresa que podrían mejorar con Agilidad y recibir asesoría sobre cómo poder resolverlas, realiza nuestra "Evaluación de madurez ágil", totalmente gratuita y en línea.
Esta evaluación es una guía de alto nivel, donde conocerás el diagnóstico de tu negocio y los pasos a seguir para evolucionar al siguiente nivel.