El vicepresidente de Nisum, Sajid Mohamedy, habla de la importancia de una estrategia digital integral que implique a todo el modelo de negocio de una organización en su artículo de InformationWeek titulado "Digital Transformation Done Right".

Lee el texto completo a continuación o consulta el artículo en InformationWeek aquí.

Transformación digital bien hecha

El éxito de una iniciativa de transformación digital comienza con la inculcación por parte de la dirección de una organización de una cultura que apoye la idea de que toda la empresa opere bajo una misma estrategia digital.

La transformación digital es el tema en la mente de los CIO. Todas las organizaciones parecen tener algún tipo de iniciativa de big data, pero eso no significa que la visión se esté implementando y ejecutando de forma eficaz. De hecho, los datos más recientes nos dicen que no es así; sólo el 4% de las empresas son capaces de combinar las personas, las herramientas, los datos y el enfoque organizativo adecuados para aprovechar el big data y la analítica. Esto significa que la gran mayoría de las organizaciones están haciendo inversiones masivas en las últimas o más calientes soluciones tecnológicas, sin un retorno significativo. La transformación digital bien hecha no consiste en perseguir el último objeto brillante, sino que comienza con una estrategia sólida antes de invertir un solo dólar en tecnología. La iniciativa también se basa en los elementos clave de la cultura y el liderazgo dentro de la organización.

Estrategia

Para sacar el máximo partido de las iniciativas de transformación digital, es fundamental contar con una estrategia sólida, y la ventaja real para las organizaciones vendrá de enfocar la estrategia de forma diferente a sus competidores. Sí, esto significa no limitarse a invertir en una nueva tecnología por el mero hecho de tener lo último y lo mejor, sino mucho más. Disponer de la base adecuada para apoyar la transformación digital implica revisar todo el modelo de negocio y ajustarlo en consecuencia, y luego permitir que esa estrategia sea una luz que guíe todo el negocio. Sabemos que el paradigma de la relación entre comprador y vendedor ha cambiado; hoy en día, los clientes tienen más opciones y control que nunca en sus decisiones de compra. La gente puede comparar el mismo producto o servicio a través de diferentes canales de venta, por precio y con la ayuda de reseñas y recomendaciones de clientes anteriores y sus conexiones sociales. Por ello, la idea del cliente empoderado debe estar en el centro de cualquier estrategia de transformación digital. Las organizaciones que se nieguen a reconocerlo sencillamente no sobrevivirán. En su lugar, los vendedores deben ir al encuentro de sus clientes allí donde estén y de formas que les resulten interesantes.

Cultura

Con demasiada frecuencia vemos que las empresas "hablan por hablar" sobre la implantación de nuevas tecnologías, pero desde una perspectiva cultural siguen funcionando como si fuera hace 20 años. Cuando se trata de adoptar la transformación digital y su negocio, los dos se ven como entidades separadas en lugar de una parte y parcela de la otra. Si una organización se toma en serio la transformación digital, todos los empleados son responsables de que así sea. Esto implica un cambio de actitud cultural que adopte proyectos más ágiles y rápidos en caso de fallo, y una interacción con los clientes más rápida que nunca. Sin embargo, la cultura no surge por accidente. Las organizaciones deben ser deliberadas a la hora de implantar una cultura que fomente la transformación digital. Por ejemplo, piense en la experiencia que se vive en una tienda Apple en comparación con la de Sears. El cambio puede asustar, pero una actitud ágil y emprendedora en toda la organización es clave para la transformación digital.

Liderazgo

Muchas empresas asignan funciones a sus directivos para que se centren específicamente en la innovación y la transformación digital, pero este no es el mejor enfoque. El liderazgo en torno a la transformación digital tiene que empezar por el CEO, y este debe estar dispuesto a invertir en acabar con las viejas formas de hacer negocios y comprender el valor de probar algo nuevo, adoptando formas innovadoras de interactuar con los clientes. Como ejemplo, podemos recordar lo que ocurrió a principios de este año con United Airlines. La dirección de la compañía seguía tratando de operar según el modelo antiguo, pensando que podían controlar la narrativa después de que un pasajero fuera expulsado a la fuerza de un avión por exceso de reservas. United subestimó claramente el papel de lo digital y lo social en la reputación de la marca en el mercado actual; mientras que un actor disruptivo como Virgin Airlines adopta lo digital como una forma de mejorar y facilitar la experiencia del cliente. La transformación digital es una necesidad para las organizaciones de hoy en día; si usted no está dispuesto a cambiar el negocio como de costumbre, su competencia lo hará. Sin embargo, el enfoque actual de lo digital tiene que cambiar. Los directores de innovación, los directores de omnicanalidad y todos los demás nuevos cargos que están apareciendo en la C-suite indican que las organizaciones se están dando cuenta de que necesitan adoptar lo digital, pero también implican que las organizaciones piensan que necesitan un puente que conecte todos sus diferentes canales, manteniendo eficazmente los silos organizativos. La dirección debe inculcar una cultura que apoye la idea de que toda la empresa opere bajo una misma estrategia digital. Sólo con esta mentalidad y este enfoque, lo digital tiene el poder de transformar realmente una organización.